lunes, 7 de septiembre de 2009

Y por unos instantes se sintieron hombres libres

"Y así fué, como el penultimo día de trabajo, el pelotón de convictos que había alquitranado el tejado del taller, la primavera de 1949, terminó sentado a las 10 de la mañana, bebiendose una cerveza Pirssen helada, por cortesía del mayor cabronazo que jamás haya estado al cuidado de una prisión estatal.Ese maldito capullo hasta logró parecerme benévolo,nos sentamos a beber con el sol a la espalda y nos sentimos como hombres libres"
Cadena perpetua

 Cuando llegas a valorar las pequeñas cosas que te ofrece esta vida, sólamente por esos instantes, te puedes llegar a sentir libre...


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